El dolor de espalda no se cura viendo Netflix

El dolor de espalda no se cura viendo Netflix

🤔 ¿Por qué te duele la espalda si no te ha hecho nada?

Buena pregunta. Y la respuesta corta es: porque tu cerebro cree que hay peligro.

Sí, lo sé, suena raro. Pero el dolor no siempre viene de una lesión. A veces es simplemente una alarma que se ha quedado encendida. Como si el sistema de seguridad de tu casa saltara cada vez que pasa una mosca por delante.
Eso pasa mucho con la espalda. Una pequeña molestia, una mala experiencia o incluso el miedo a moverse puede hacer que el cuerpo se ponga en “modo alerta” constantemente.

❌ Reposar y esperar no funciona (al menos, no para siempre)

Durante años nos han dicho que lo mejor era quedarse en cama, tomarse algo y esperar a que pase.
Pero ahora sabemos que eso puede hacer más mal que bien:

- Cuanto más tiempo pasas sin moverte, más se debilitan tus músculos.

- Más miedo da luego volver a moverse.

- Y si solo usas medicación, no estás arreglando el problema… solo tapándolo.

Conclusión: no es que estés roto. Es que estás oxidado. O dicho de otra manera, tienes el sindrome del azulejo: antes te rompes que te doblas. Pero eso, amigo/a, se arregla moviéndote.

💪 El poder de entrenar fuerza (sin hacer el bruto)

Entrenar fuerza no es solo para gente que quiere ponerse fuerte o levantar pesas enormes. También es una forma de decirle a tu cuerpo:
"Eh, esto puedo hacerlo. Estoy preparado. No hace falta que me avises con dolor cada vez que me agacho."

Cuando entrenas fuerza de forma progresiva, tu espalda empieza a ganar confianza.
Tú ganas seguridad.
Y el dolor, poco a poco, va perdiendo fuerza.

🛠️ ¿Y cómo empiezo sin liarla?

Aquí van algunos principios básicos para entrenar con dolor de espalda sin acabar peor:

  1. Empieza desde donde estás, no desde donde te gustaría estar.
    Si ahora mismo te cuesta atarte los zapatos, no hace falta que hagas sentadillas profundas con barra. Mejor moverse un poco cada día, sin pasarse, que pegarte una paliza un día y luego no poder moverte en tres.

  2. No todo lo que duele está mal.
    Es normal que al principio notes molestias. Lo importante es que no aumenten a lo loco ni te dejen peor después de entrenar.

  3. Haz cosas que tengan sentido para tu día a día.
    ¿Te cuesta levantarte del sofá? Haz sentadillas apoyado en una silla. ¿Te molesta estar mucho rato de pie? Fortalece piernas y glúteos.
    El entrenamiento tiene que servirte para vivir mejor, no solo para “cumplir con la rutina”.

  4. Mejor acompañado.
    Si puedes entrenar con alguien que sepa lo que hace (un entrenador que entienda de dolor, un fisio con experiencia en ejercicio…), mucho mejor. Más seguridad, más confianza, mejores resultados.

🧠 El dolor se reeduca (sí, en serio)

Cada vez que te mueves sin miedo, le estás enseñando a tu cerebro que no pasa nada. Que no hace falta saltar las alarmas todo el tiempo.
Y eso, con el tiempo, calma el dolor.

Como digo siempre, "El dolor no se cura viendo Netflix. Se entrena y se comprende."
Y como dice el colegio estadounidense de medicina deportiva y la asociación médica estadounidense, El EJERCICIO ES MEDICINA.

✅ En resumen:

- No estás roto.
- No tienes que vivir con miedo.
- Y sí, puedes hacer algo para estar mejor.

No tienes que convertirte en una bestia del gimnasio. Solo tienes que empezar a recuperar tu fuerza, tu confianza y tus ganas de moverte.
Y si necesitas ayuda, aquí estamos para acompañarte.

Tornar al bloc

Deixa un comentari