
Peso ideal vs. peso saludable: la diferencia que puede cambiar tu vida
¿Estás persiguiendo el peso perfecto… o tu salud real?
¿Cuántas veces te has subido a la báscula esperando ver ese número?
¿Y cuántas veces, al no verlo, te has sentido frustrada, estancada o incluso avergonzada?
Vivimos en una cultura obsesionada con el “peso ideal”. Un número que supuestamente define si estamos bien o mal, si somos válidas o no. Pero… ¿y si ese número no tuviera tanto que decir sobre tu salud como te han hecho creer?
Hoy quiero hablarte de algo que puede transformar por completo tu relación con tu cuerpo: la diferencia entre peso ideal y peso saludable.
Y cómo dejar de perseguir una cifra para empezar a cultivar una salud real, sostenible y profundamente tuya
El mito del “peso ideal”: ¿quién lo decide?
El “peso ideal” que nos han vendido muchas veces viene de fórmulas matemáticas frías, estándares estéticos caducos o incluso de modelos corporales que no representan tu realidad, tu edad ni tu contexto.
Lo más peligroso es que esa obsesión por alcanzar un número puede hacerte desconectarte de ti misma, de tus señales internas, y caer en ciclos de dietas, restricción, culpa y rebote.
¿El resultado?
Un cuerpo agotado, un metabolismo estresado, una mente ansiosa y un sistema hormonal desregulado.
Y lo más importante: una pérdida de confianza en ti y en tu cuerpo.
Entonces… ¿qué es un peso saludable?
Un peso saludable no es un número, es un estado.
Es ese punto en el que tu cuerpo funciona bien:
✔ Tienes energía estable durante el día
✔ Tus digestiones son ligeras
✔ Tu menstruación es regular (o tienes un climaterio saludable)
✔ Duermes bien
✔ No vives obsesionada con la comida
✔ Te mueves con facilidad y disfrute
✔ Te sientes tú, sin estar luchando constantemente contra tu cuerpo
Un peso saludable es el reflejo de un cuerpo en equilibrio.
Y no siempre coincide con ese peso “ideal” que alguna vez te fijaste como meta.
Tu peso saludable cambia… como tú
Algo que rara vez nos enseñan —ni en el colegio, ni en las consultas rápidas de atención primaria, ni en las revistas de moda— es que nuestro cuerpo cambia a lo largo de la vida.
Y no solo es natural… es profundamente sabio.
Tu peso saludable a los 25 no tiene por qué ser el mismo que a los 40, ni mucho menos a los 50 o en plena menopausia.
Tampoco será igual después de un embarazo, tras una enfermedad autoinmune, un brote inflamatorio, un duelo o una etapa de estrés crónico en la que apenas dormías, comías como podías y tu cuerpo hacía lo posible por mantenerte a flote.
Y aquí viene lo más importante:
Que tu cuerpo cambie no significa que esté fallando.
Significa que está vivo.
Que se adapta.
Que te protege.
Muchas veces, ese peso que tanto te molesta es simplemente una respuesta protectora: un reflejo de inflamación, de alteraciones hormonales, de una tiroides que va más lenta, de un intestino que no está absorbiendo bien, o de un sistema nervioso que lleva meses (o años) funcionando en modo alerta.
Y cuando miras así a tu cuerpo, ya no se trata de “perder peso” como sea, sino de acompañarlo a regularse.
De crear un entorno en el que pueda sentirse seguro, nutrido, en calma.
Cuando dejas de luchar contra tu cuerpo y empiezas a cuidarlo
Como nutricionista integrativa y especialista en Psiconeuroinmunología, veo a diario cómo muchas mujeres llegan agotadas, inflamadas y frustradas tras años de perseguir una versión “ideal” de sí mismas.
Y lo que más desean no es pesar menos… sino vivir más: con libertad, energía, autoestima y paz.
Y ahí es donde ocurre la magia:
✨ Cuando dejas de pelearte con tu cuerpo y empiezas a escucharlo,
✨ Cuando dejas de contar calorías y empiezas a nutrirte de verdad,
✨ Cuando dejas de exigirte y empiezas a tratarte con amor.
Empiezas a sentirte mejor.
Y muchas veces, sin darte cuenta… tu cuerpo encuentra su peso natural.
El cambio de enfoque que lo cambia todo
En lugar de preguntarte “¿Cuánto peso debería perder?”, empieza a preguntarte:
¿Estoy durmiendo bien?
¿Cómo está mi digestión?
¿Me muevo desde el disfrute?
¿Estoy comiendo una alimentación real y “saludable”?
¿Cómo me hablo cuando me miro al espejo?
¿Qué necesito hoy para cuidarme mejor?
Cuando cuidas lo que no se ve… el cuerpo empieza a mostrarlo
Peso saludable: tu nueva brújula
No necesitas ser más delgada, necesitas ser más tú.
Más conectada. Más regulada. Más libre de los juicios que te han alejado de tu cuerpo.
Recuerda:
✔ El peso ideal es un concepto externo.
✔ El peso saludable es tuyo. Es funcional, dinámico, sostenible.
✔ No se trata de control, sino de cuidado.
Y empieza por dejar de castigarte, y comienza a elegir desde el respeto, el placer y la coherencia con tu salud real.