August 07, 2024
Hace unos años estábamos mi equipo de Nutricionistas y yo reunidos en nuestras reuniones semanales hablando de histamina. Observábamos que lo que nos habían enseñado sobre la histamina, se quedaba corto, que no todos los pacientes con síntomas de histaminosis mejoraban con una dieta baja en histamina (dolores de cabeza, problemas digestivos, picor en la piel, eczemas, retención de líquido, rinitis y moqueo...).
A pesar de tratar la disbiosis, gestionar el estrés, mejorar la salud hepática y reduciendo la inflamación, habiendo descartado alergias y otros posibles desencadenantes, los pacientes mejoraban pero no terminaban de encontrarse al 100%.
Es por ello que hicimos muchos esfuerzos en encontrar e investigar otras posibles causas y la relación entre la histaminosis y las intolerancias alimentarias. Hoy te comparto distintos hallazgos y experiencias en el equipo que nos han ayudado considerablemente a terminar de solventar los problemas de salud de nuestros pacientes con histaminosis.
La histamina es una molécula que conocemos principalmente por su papel en infecciones y alergias. 🌸 La histamina es producida por el propio cuerpo en respuesta a reacciones alérgicas a nivel del sistema inmunológico. Ante una infección o alergia, los glóbulos blancos se coordinan para liberar moléculas que, al unirse, incrementan el ataque para eliminar el patógeno (parásitos, bacterias…), aumentando la inflamación y reclutando otras células del sistema inmunitario para resolver la infección lo antes posible.
A nivel periférico (histamina sanguínea), regula la frecuencia y fuerza de la contracción cardíaca, la contracción del músculo liso de las vías respiratorias y del sistema gastrointestinal, las respuestas alérgicas e inmunes, y la secreción gástrica ácida. También se produce histamina en el cerebro y regula el ciclo sueño-vigilia, la conducta motora, la ingestión de agua y alimento, la conducta sexual, el aprendizaje y la memoria. 🧠
La histamina sanguínea se produce y almacena mayoritariamente en los mastocitos y basófilos (también en otras células, pero en menor cantidad), localizados en la piel y el aparato respiratorio. Por eso, las reacciones alérgicas más frecuentes se localizan en la piel y en el tracto respiratorio. Cuando ocurre una infección o reacción alérgica, los mastocitos liberan grandes cantidades de histamina, provocando síntomas como comezón y dilatación de los vasos, necesarios para eliminar el microorganismo.
En las alergias o intolerancias alimentarias no alérgicas, el cuerpo reconoce como extraño algún agente ambiental o una proteína alimentaria, reaccionando como si fuera un patógeno (un parásito, una bacteria…), y sentimos los mismos síntomas que si tuviéramos una infección. 🤒
Cómo la eliminamos 🚮
La enzima DAO elimina la histamina extracelular y la enzima HMNT elimina la histamina intracelular, especialmente se ha detectado en el cerebro. Se elimina específicamente por la vía de la metilación hepática, por lo tanto, polimorfismos en la metilación o déficit de cofactores (vitamina B12, colina, betaína, folato…) pueden provocar mayores dificultades para eliminar el exceso de histamina en el cuerpo. 🧬
La histamina exógena (la que no produce el cuerpo, presente en los alimentos) se asocia habitualmente con una alteración de la microbiota intestinal o ante el consumo de alimentos caducados/contaminados.
Normalmente la histamina alimentaria no causa reacciones adversas y síntomas, pues se degrada en el intestino y por lo tanto no se acumula gracias a la enzima DAO.
Por eso, cuando comemos alimentos en mal estado o tenemos un déficit genético de DAO o una gran permeabilidad intestinal, es probable que no toleremos grandes cantidades de histamina debido al déficit de esta enzima. En esta situación, al haber una disminución de la degradación de histamina, se produce un exceso de histamina que provoca síntomas similares a una reacción alérgica.
Estos síntomas, como dolor de cabeza, diarrea, y urticaria, pueden reducirse mediante una dieta sin histamina o con fármacos antihistamínicos (Maintz y Novak, 2007). Algunos alimentos altos en histamina son el chocolate, los pescados azules, el cerdo, los fermentados, el tomate o las espinacas, entre otros. También algunos microorganismos como Candida spp o Clostridium spp pueden producir histamina por ellos mismos, de manera que en casos de disbiosis intestinal podemos tener un exceso de histamina. 🍫🐟🍅. En este caso, una dieta baja en histamina sí podría estar justificada.
También podemos tener exceso de histamina si consumimos alcohol o tomamos fármacos que bloquean la actividad de la DAO, como algunos antidepresivos, antibióticos, diuréticos o mucolíticos, entre otros. 🍷💊
Histaminosis alimentaria no alérgica 🥗
Si sufres de esta afección, probablemente te sientas identificado con las siguientes situaciones:
El síndrome HANA (Histaminosis Alimentaria No Alérgica) es un mecanismo de liberación endógena de histamina, es decir, que las propias células del sistema inmunitario son las que liberan histamina en respuesta a ciertas proteínas de los alimentos.
Cuando ha ocurrido alguna alteración en el tubo digestivo, proteínas que deberían permanecer en el tubo digestivo atraviesan la mucosa digestiva, produciendo una reacción negativa e inflamatoria mediada por células del sistema inmune, concretamente Linfocitos T y Mastocitos, en la que se libera histamina.
Esta histamina se acumula en los tejidos de forma lenta, por lo que la sintomatología no siempre es inmediata, pudiendo aparecer a las horas o días de haber ingerido el alimento. ⏳
Mecanismo de HANA (Elaborado por Maria Puntí, 2022)
Se caracteriza por ser una reacción silente, es decir, los afectados no pierden la salud inmediatamente, sino que van entrando en un deterioro progresivo que va empeorando su calidad de vida.
La histaminosis comparte algunos síntomas con las alergias, como rinitis, picores, rojeces, inflamación, etc. Por ello, es bastante común que las personas con exceso de histamina hayan sido derivadas al alergólogo. Sin embargo, este mecanismo no está mediado por IgE y nada tiene que ver con las alergias.
Es decir, podemos desarrollar HANA al trigo pero no ser celíacos, de manera que el trigo en este paciente debería ser retirado temporalmente aunque no tenga alergia al trigo, pues tiene HANA al trigo.
Estas personas normalmente han sido incorrectamente diagnosticadas con fibromialgia, rinitis crónica, síndrome de sensibilidad central o síndrome del intestino irritable. Además, solemos observar en consulta que los pacientes con histaminosis suelen recaer en procesos como sobrecrecimiento bacteriano, sobrecrecimiento fúngico o parasitosis, de manera que es imprescindible realizar un plan adecuado para ellos. 🩺
La solución no es una dieta baja en histamina, sino detectar contra qué alimentos tu cuerpo está produciendo histamina.
Con el test de liberación de histamina de tercera generación y un tratamiento adecuado con especialistas en histaminosis, podemos revertir esta situación. El examen que hacemos únicamente precisa de una extracción de sangre y podemos evaluar contra qué proteínas tu cuerpo está liberando histamina (pollo, pavo, arroz, patata, soja, ciertas frutas y verduras…). Finalmente, se realiza una dieta acorde a los resultados mientras reparamos el tubo digestivo y la disbiosis intestinal. 🥗🔬
En este caso esta paciente, sus problemas digestivos, el acné y la regularidad de sus ciclos no mejoró hasta retirar los alimentos que dieron positivo en el test por unos meses.
El abordaje de la histamina debe ser tratado por un profesional que sin duda conozca todas las posibles causas, no es fácil, pero sin duda hay muchísimo margen de mejora, ¡no normalicemos síntomas que pueden ser tratados!
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La relación entre el intestino y el sistema inmunológico ha despertado gran interés en los últimos años, en especial dentro de la salud integrativa y funcional.
Gracias a numerosos estudios, se ha descubierto que un desequilibrio en el microbioma intestinal, conocido como disbiosis, puede ser uno de los factores claveen el desarrollo de diversas enfermedades autoinmunes.